Una joya de oro, última tendencia para este otoño

El otoño pisa con fuerza y los amantes de la moda lo saben. Por eso, una joya de oro o un bolso de lujo cobran especial protagonismo cuando las hojas de los árboles comienzan a caer y la brisa fría acaricia el rostro. Los colgantes, a modo de amuletos, hacen las veces de portadores de paz interior y de saber estar en el mundo.
Las grandes marcas renuevan sus catálogos y apuestan por la sabia combinación del acero y la plata con el rosa perla, como en el caso de Tous, o los collares largos rematados por plumas de pavo real, como propone Guess. El vidrio rosa imitando a pétalos florales consigue resultados increíbles, como demuestra Dior. Pero el clásico colgante de oro permanece en combinación con la amatista.
Una sortija o un anillo de oro es otro de esos clásicos que jamás desaparecerán. Una de las últimas tendencias lo constituye el color rosa que, al unirse con el delicado cristal, crea combinaciones etéreas e incandescentes. El oro blanco se asocia también con los diamantes de primera calidad y juntos transmiten carácter y potencia.
Una pulsera de oro resulta la pareja perfecta a un collar y un anillo de tan preciado metal. Dior, más vanguardista que nunca, reserva el dorado para los cierres y apuesta de forma decidida por la marroquinería en alegres colores acompañado de suaves perlas. Pero los brazaletes o solitarios con gemas incrustadas resultan asimismo imperecederos.
El remate último
Pero ¿qué sería de todas estas joyas sin el toque final, esto es, un bolso de lujo? Los clutches, los capazos y las bandoleras, todos, encuentran su lugar y ocasión. Tous se decanta por los tonos plateados, los tejidos calados o las recias pieles bovinas. En Second Chance el Shopping Chanel en azul marino, rojo y con herrajes dorados te espera.
Así, para ir de fiesta, puedes recurrir a una pulsera chapada en oro rosa con charms en forma de corazón, unos pendientes de zafiros y rubíes y un colgante eclosionado en flor dorada. No puede faltar tampoco una minibandolera con suave piel acolchada con metal trenzado en oro pálido reservado para las asas.
En el día a día las pulseras semirrígidas en oro amarillo y blanco, un colgante sweet doll y un anillo chapado en rodio quedarán a la perfección. Tan solo bastará colgarse un bolso de Prada con toques rugosos y dos bolsillos, con un gran espacio interior, para lograr el equilibrio mágico.
Por tanto, recuerda: el oro rosado, el cristal trabajado a modo de pétalos o corazones, la piel en las pulseras o los colgantes de figuras animadas marcan tendencia. Combínalo todo como tú sabes, al aportar ese último toque personal que solo tú conoces.